jueves, 24 de marzo de 2011
Integrantes del equipo:
Alberto Arana Maricela
Bautista Terrazas Mayra L
Cruz Hernandez José de Jesús
Gochez Vázquez Ana Karen
Labastida Santillan Jesús
Ruiz Uribe Alberto
Soto Baez Oscar A
Vargas Vega Mireya
LA OCUPACION PLENA Y LA ECONOMIA POLITICA BURGUESA
Los economistas burgueses de hoy, al igual que los economistas burgueses del pasado, consideran a la sociedad capitalista como una sociedad libre de contrataciones antagónicas internas.
Además consideran igualmente que el sistema capitalista, basado en la propiedad privada de los medios de producción es un sistema perfecto, que garantiza el proceso económico.
Si el capitalismo actual, caracterizado por la existencia de grandes monopolios y la dominación del capital financiero.
La Economía política burguesa actual, tienen de común la afirmación de que el lucro capitalista privado es el factor esencial del progreso económico. La defensa de ese lucro se disfraza a menudo con las declaraciones sobre la democracia, la libertad de la iniciativa privada etc.
J. M. Keynes se presenta como apologista del capitalismo y defensor del lucro capitalista privado, que según el estimula el progreso económico y garantiza la libertad individual. Keynes justifica el lucro capitalista privado, por consideraciones económicas y morales.
La economía política burguesa actual defiende al capitalismo del periodo de decadencia y el aniquilamiento. Por ello es que la decadencia y el aniquilamiento, le son también inherentes. Defiende los intereses de la burguesía monopolista, de la oligarquía financiera, de una clase que, por sobrevivirse, detiene el proceso el progreso y reaccionaria. A causa de eso, la economía política burguesa es reaccionaria.
Numerosos economistas burgueses afirman que todos los economistas en general se les puede dividir en dos grupos: los keynesianos y los anti-keynesianos.
Smith expreso fiel mente los intereses y las esperanzas de la burguesía de ese tiempo, keynes refleja con bastante exactitud las esperanzas de la burguesía contemporánea. Adam Smith representaba los intereses de la burguesía en ascenso, que abría el camino al capitalismo luchando contra los vestigios de la edad feudal. Keynes expresa los intereses de la burguesía en el periodo de crisis general del capitalismo, cuando la burguesía es reaccionaria, cuando ha envejecido hasta convertirse en una clase caduca. La burguesía del capitalismo es descomposición y desintegración.
Adam Smith desarrollo la filosofía económica de optimismo de la joven burguesía progresista; keynes en cambio desarrolla la filosofía económica del pesimismo de una burguesía reaccionaria, caduca ya.
En uno de sus artículos, escrito antes de 1933, keynes dice del capitalismo:
No es racional, no es bello, no es justo, no es satisfactorio……..No puede decirme que lo amemos. Pero no sabriamos con que reemplazarlo.
Keynes en uno de sus artículos, aparecido en 1927, afirma que el capitalismo, sabiamente dirigido, es el mejor sistema para alcanzar un logro de los de los fines económicos.
Keynes es extremadamente hostil al socialismo.
El principal problema cuya solución busca Keynes en su obra Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero es el problema de la ocupación. El análisis que se realiza a este problema se basa en el descubrimiento de as causas que provocan la desocupación en masa y permanente y en el ajuste de los medios necesarios y adecuados para combatir la desocupación permanente.
Un gran número de los economistas burgueses afirman que gran parte de la desocupación es voluntaria, negando el hecho de que esta pudiera ser obligada o forzada.
Keynes señala que el volumen de la ocupación se determina por el volumen de la producción, en tanto que este se determina por el volumen de la demanda; por lo que se puede decir entonces que es la demanda la que finalmente determina el volumen de la producción y de la ocupación.
La demanda comprende la de artículos en consumo, en inversiones y el resto en ahorros en conjunto estos artículos los que conforman los recursos a disposición de la sociedad. Y según Keynes esos gastos se determinan por factores psicológicos como la inclinación de consumir, el incentivo a invertir y la aspiración de conservar fondos en forma liquida.
Keynes parte de la conservación del sistema económico existente, es decir, del capitalismo monopolista incluyendo en el los factores que determinan el reparto del ingreso nacional; el se esfuerza por descubrir lo que en todo momento determina el ingreso nacional en un determinado sistema económico, y e volumen de la ocupación en el.
Keynes expone su teoría de forma breve en esta forma:
Cuando aumenta la ocupación también aumentan los ingresos reales globales. Partiendo de la psicología que tenemos como sociedad se relaciona con el hecho de que con el aumento de su ingreso global real aumenta de igual forma el consumo global. Cabe mencionar que Keynes considera iguales a todos los hombres por lo que se puede decir que no comprende las diferencias de clase; para el todo el mundo es comprador y vendedor.
Las circunstancias subjetivas que determinan la tendencia a consumir según Keynes son de dos clases: aquellas que incitan a no consumir y que estimulan el ahorro (la precaución, previsión, cálculo, mejoramiento, independencia, etc.), y aquellas que estimulan el consumo y reducen el ahorro (la distracción, imprevisión, generosidad, falta de cálculo, etc.).
Keynes estima que la incitación a invertir está determinada por dos factores: la eficacia marginal del capital el nivel de la tasa de interés. La eficacia marginal del capital, según Keynes, se mide por la renta que se espera obtener de las inversiones.
Las proporciones de las inversiones dependen de la estimación de la renta que es posible obtener.
La estimación de la ganancia futura, para cuyo conocimiento real hay una base muy escasa, es extremadamente incierta e indeterminada, lo que por si sólo debilita el estimulo a invertir.
Keynes hace una caracterización detallada del juego de la Bolsa, donde según él, las estimaciones se llevan a cabo, por parte, bajo la influencia de personas ignorantes, y por otra, bajo el influjo de los especuladores profesionales.
Para Keynes la tasa la tasa es un factor importante que influye sobre los volúmenes de las inversiones, para él la moneda está determinada completamente por los organismos financieros y por lo tanto la tasa en cierta medida también está determinada por los propios organismos financieros que al establecer el nivel de la tasa, influyen sobre la incitación a invertir. Está esta determinada por la relación entre eficiencia marginal del capital y la tasa de los préstamos.
La verdadera clave de los problemas económicos, ha sido la debilidad de la tendencia a invertir. Principalmente por la amplitud de las grandes acumulaciones existentes, mientras en otros tiempos los riesgos y el azar jugaban sin duda un mayor papel. El deseo de las personas, de aumentar su capital renunciando a consumir.
Según Keynes mediante la intervención del estado es posible incitar a invertir con las estrategias siguientes:
1. Con un apolítica bancaria adecuada, que favorezca el establecimiento de la tasa a un nivel más bajo que la eficacia marginal del capital;
2. Alentando las inversiones, mediante inversiones del Estado, en aquellos casos de resistencia de los inversores privados.
En esencia su Teoría de los ciclos y las crisis, nos dice que los factores que determinan la ocupación (inclinación a consumir; incitación a invertir que a su vez depende de la eficacia marginal del capital; tasa de intere4s) juegan un papel en el movimiento del ciclo industrial, mas sin embargo el papel decisivo lo juega la incitación a invertir y la fluctuación de la eficacia marginal del capital.
Otro tema importante que nos menciona Keynes es la ofensiva de la crisis, está estalla, nos dice, cuando la bonanza está caracterizada por la espera optimista de ingresos futuros, cuando las inversiones son muy grandes, pero al mismo tiempo, los excedentes de producción, aumentan y la tasa de interés sube, lo cual crea el terreno propicio para un debilitamiento de las perspectivas optimistas y una disminución de la eficacia marginal del capital.
La crisis, por lo tanto, se explica por las expectativas pesimistas que suceden a las estimaciones optimistas.
La Teoría de Keynes se basa en que el principal medio para influir sobre la coyuntura es influir sobre las inversiones. Nos dice que es necesario incrementar el consumo. Pero Keynes no resuelve con su teoría el problema de las crisis, ni siquiera se acerca a una solución.
La teoría de Keynes es la base de las más variadas concepciones sobre “capitalismo planificado”, muchos autores como Hansen y Chase, creen que la inestabilidad que existe en el capitalismo actual, puede ser eliminada, y que las constantes fluctuaciones de la coyuntura económica pueden ser suprimidas o atenuadas, si el estado entra a participar activamente en la economía
Aquí se hace hincapié sobre la Economía planificada, la cual dicen, es completamente nefasta porque tiende a justificar al capitalismo y a desviar a las grandes masas populares de la lucha para su derrocamiento.
El periodo de crisis del capitalismo en General es un periodo de guerra, un periodo de agudización de la lucha imperialista por el reparto del mundo.
El periodo de crisis general del capitalismo es también el periodo de la revolución socialista, victoriosa ya en la URSS.
La economía política burguesa representa una de las formas de la movilización ideológica de la burguesía para salvar el modo de producción capitalista para luchar contra el socialismo.
La diferencia entre las diversas tendencias de la economía política burguesa actual reside en los métodos de lucha contra el socialismo y estos métodos determinan el contenido de las teorías y de las proporciones prácticas actuales.
Una primera tendencia, conduce la lucha atacando de frente. Los economistas de esta tendencia no se preocupan un ápice al exhibirse como apologistas francos del capitalismo.
Hayek o Anderson, tratan de encubrir su insignificancia teórica de los clásicos de la economía política burguesa: Adam Smith y Ricardo. Sin embargo no utilizan si no los aspectos más débiles de la enseñanza de los clásicos de la economía política burguesa.
Una segunda tendencia representada por Keynes, conduce la lucha contra el socialismo que tiene una actitud crítica frente al capitalismo, sin embargo es una crítica amistosa que no es sino una maniobra utilizada para defender el capitalismo. Se conduce la ilusión de un capitalismo sin desempleo y sin crisis, un capitalismo planificado, un sistema mixto son posibles pero el nivel teórico de esta tendencias es muy bajo.
Estas dos tendencias de la economía política burguesa expresan las ideas y defienden los intereses de la burguesía del periodo de crisis general del capitalismo, no obstante que perciben la inestabilidad y la debilidad del modo actual de la producción y se dan cuenta también de las fallas de su posición teórica.
La filosofía económica de Keynes es la filosofía de la desesperación. En el momento actual las tendencias sufren la prueba de la práctica.
El fracaso de la aplicación práctica del capitalismo planificado es la mejor refutación practica también, de las ideas de Keynes y de sus émulos.
CAPITALISMO, KEYNESISMO Y SUBDESAROLLO
1.- ANTECEDENTES
Gran depresión que tuvo lugar desde fines de 1929 hasta los años de 1933-34.
No está demás decir que esto se venía situando desde la primera guerra mundial debido que la contienda dejo tras de sí muchos desajustes en lo productivo y lo financiero.
En la segunda mitad de la década de 1920, Norteamérica había encontrado trabajo para 45 millones de ciudadanos, a los que había pagado 77 mil millones en salarios rentas etc., en un desbordamiento de ingresos como nunca el mundo había conocido.
En ese tiempo algunas de las personalidades más reconocidas fueron Herbert Hoover, John J.Raskob, el presidente Calvin Coolidge yéndose por los criterios de que todos deberíamos ser ricos o lemas como con la ayuda de dios pronto se acabara la pobreza etc. Y similares comentarios los hablaron Shab y el presidente de General Motors.
No obstante la quiebra estaba a la vuelta de la esquina y en octubre de 1929 el mercado de valores se derrumbo y la ruina alcanzo a todos repetidamente aparecían noticias de gente suicidándose por haberlo perdido todo incluso se decían chistes cuando iban a un hotel de que si la habitación la querían para ocuparla o solo para aventarse del balcón.
Manifestados por los incrementos continuos en el número de desocupados contrastaban con los buenos años en que se solicitaba mano de obra y era libre de la admisión de extranjeros para subsanar la escases de ella.
Ahora lo que solo se escuchaba es que todos eran pobres y ya no se escuchaba la de todos debemos ser ricos.
Pero lo mas angustioso consistía en la intolerable falta de trabajo, el desempleo masivo era como un espectro que se proyectaba siniestramente en el futuro.
En 1932 y 1933 que fue el descenso mayor de la depresión a juzgar por el desempleo y la penuria.
Había filas de gente que esperaban para que se les regalara una taza de café por el hambre que tenían.
El espíritu optimista se había perdido, el desempleo era intolerable y no estaba especificado dentro de los males posibles del sistema económico que contrastaba con la teoría neoclásica que aun predominaba.
Recordemos que este sostenía que el sistema era capaz de darle ocupación a todo el mundo con la condición de que los salarios fueran flexibles.
Esta teoría sostenía que el sistema económico era capaz de distribuir todo el ingreso generado en justa proporción no había razón para considerar el régimen de producción capitalista.
En consecuencia creían haber desmentido la teoría marxista de la explotación cuando estaba a punto de obtener el más grande mentís de la historia a este respecto.
2.-EL GRAN PROBLEMA: EL DESEMPLEO
A partir de 1934 era necesario que grandes inversiones reanimaran la economía para suministrar demanda llegándose a la conclusión de que solo el gobierno podía hacerlo.
Keynes le parecía insuficiente la aportación del gobierno y que eso no resolvería el problema decía que había que cebar la bomba como se decía en los periódicos en ese entonces es decir echar más dinero a la circulación con el objeto de crear demanda y estimular el sistema.
Keynes proponía en primer lugar que era mas cuerdo invertir en obras publicas pero que si eso fallaba debía llevarse la política a tal extremo que se llegara al entierro de botellas con billetes en el fondo de la tierra que el mismo había escrito que eso lo realizaba el ministro de hacienda y con esa mediada estimular la iniciativa privada que podía estimular el empleo.
Keynes decía, “agotemos nuestro saldo bancario antes que a nuestros ciudadanos”. El objetivo consistía en fortalecer a la economía capitalista eliminando el desempleo; el instrumento, la inversión publica, aunque fuera abriendo hoyos que otros deberían tapar.
El medio concreto para realizar esta política de inversión pública debía ser el déficit presupuestario financiado con préstamos de la banca central. Esta inyecciones de ingresos monetarios generarían demanda, ya que ante la alta oferta de mercancías almacenadas o que podía producir a corto plazo empleando recursos en paro, dicho incremento de ingresos monetarios no se traduciría en aumento de precios, en todo caso un leve incremento de precios aumentaría las perspectivas de las ganancias, estimulando la inversión privada y demanda de mano de obra. A lo que se le llamo política reflacionaria.
En la teoría de la ocupación y del ingreso, según Keynes era una tendencia persistente a incrementar el consumo en una proporción menor respecto al ingreso, a consecuencia de ello, acusaba una tendencia persistente hacia el mayor incremento del ahorro y lo peor era que carecía de incentivos para que ese ahorro fuera invertido.
Cuando el ingreso aumenta, el consumidor va satisfaciendo sus necesidades más urgentes con tendencia cada vez más acentuada a consumir un porcentaje menor de su ingreso, convirtiendo el resto en ahorro. La ley de Ángel concluyo que el capitalismo es capaz de generar un volumen importante de ahorros que por ser íntegramente destinados a la inversión afectan el nivel del consumo y reducen la demanda efectiva.
En la crisis por los años 30, se debía a que el sistema había sido capaz de crear un gran aparato productivo, para el cual no se encontraba demanda suficiente cuando operaba a toda capacidad, y a que al sobrevenir la desocupación, baja mas la demanda, se retrae mas la inversión y vuelve a repercutir negativamente sobre el ingreso y el empleo dado por los efectos inversos del multiplicador.
Keynes demostró que no siempre todo el ahorro se invierte y que a su vez puede haber una inversión superior al ahorro, tal como sucede con el déficit gubernamental financiado con expansión monetaria.
La tarea del Estado era cubrir con gasto público la diferencia entre la demanda efectiva y el ingreso generado. Para esto fue sugerido el empleo de varias medidas:
- Intervención del Estado con propósitos de fomentar la ocupación
- Reducir la tasa de interés para estimular la inversión privada aun cuando dicha tasa llegara a cero.
- Promover grandes obras publicas aunque colectivamente no fueran las mas útiles ero que distribuyen ingresos y generaran demanda, alentando así el multiplicador del empleo.
- Aun resultaba aconsejable nacionalizar industrias que estuvieran en paro.
Las tres variables fundamentales del sistema keynesiano son:
1. La propensión al consumo
2. La eficiencia marginal del capital: relación entre los gastos en nuevo capital, y los rendimientos netos esperados de él.
3. La preferencia por la liquidez: relación negativa entre el mantenimiento de saldos ociosos por parte de la comunidad y el tipo de interés.
El modelo se integra de 7 variables endógenas y 7 ecuaciones y por lo tanto, forma un sistema completo.
En este modelo se está considerando una técnica dada, corto plazo y alta desocupación.
Este modelo tiene como base de sustentación la igualdad siguiente: Y = C + I, ecuación en la que se considera que todo el ahorro se transforma en inversión.
La fórmula Y = C + I considera que todo lo que no es consumo es ahorro y que todo el ahorro se invierte y esto último resulta falso a todas luces, al incluir las existencias no vendidas como ahorro y naturalmente como inversión, o sea que forman parte de una demanda efectiva que no se realizó y cuyo excedente de mercancías hubo de ser almacenado.
Para que el ingreso no descienda en verdad se necesitaría una demanda efectiva equivalente, de la cual no formara parte la producción almacenada por falta de mercado. Se desprende que no solo hay insuficiencia de la demanda efectiva sino también deficiencia en la definición.
En una economía que crece, por fuerza se vuelve necesario un aumento constante del gasto, debido al doble efecto de la inversión a corto plazo, como generador de ingresos vía el multiplicador de ingresos y por sus efectos en cuanto el aumento de la capacidad productiva. Ambos efectos demandan incrementos continuos del gasto en proporción al aumento de la capacidad productiva y de la oferta adicional correspondiente, tal y como lo indica el modelo Domar.
5) Los cuatro efectos de la inversión
No basta que se cumpla el principio de que todo el salario se gaste y que todo el ahorro se invierta, a menos que se produzca un equilibrio de estancamiento que a todas luces resulta indeseable. Lo que en realidad se procura es un crecimiento continuo, en el cual la inversión es la variable más dinámica e importante a corto plazo, y el cambio tecnológico más dinámico e importante a largo plazo.
En cuanto a la inversión tenemos que considerar al menos 4 efectos. A los dos ya mencionados (incremento del ingreso que aumenta la demanda y el incremento de capacidad productiva, que expansiona la oferta) debemos agregar el efecto sobre la demanda de mano de obra ya que el incremento de la capacidad productiva requiere de trabajo adicional. Las necesidades gemelas de incrementar constantemente las nuevas inversiones y de incrementar continuamente la renta no podían, por consiguientes ser atendidas sin una permanente expansión de la oferta de trabajo para producir y manejar sin cesar cantidades crecientes de capital.
Este consiste en que los tres efectos anteriores, a largo plazo, conducen al desarrollo tecnológico, pues de lo contrario, con técnica constante, la inversión se enfrenta a un muro infranqueable para su expansión y es el cambio de equipos exigido por el empleo de nuevas técnicas aunado al cambio de la estructura de la demanda por la variedad de nuevos y mejores satisfactores, los que conllevan a la apertura de nuevos campos para la inversión.
Los factores determinantes de la acumulación de capital, es la aplicación de técnicas continuamente renovadas (que sustituyen a los mismos recursos naturales). El incremento del ingreso promueve incrementos del consumo, y si este es de magnitud considerable y no hay equipos de capital ociosos, conduce a un incremento de la producción de bienes para la acumulación de capital productivo.
Hay una acción recíproca entre la inversión y la incorporación de nueva tecnología. El cambio tecnológico es indispensable para aumentar la productividad y las innovaciones tecnológicas.
Es el cambio técnico la fuerza dinámica que estimula la demanda de crecientes cantidades de acumulación de capital. El desarrollo económico fundamentalmente se produce por efectos de las variables paramétricas y sobresale cada vez más la innovación técnica.
El desarrollo material propicia la cultura, a su vez seres humanos más preparados propician el desarrollo económico y social. La mejor inversión es la que se destina la desenvolvimiento pleno de los seres humanos, creándole así actitudes y aptitudes frente y para el progreso, eliminando prejuicios e indolencias, al prepararlos y habilitarlos para el trabajo organizado.
La acumulación de capital se vuelve crucial y el progreso técnico mas aun, visto a largo plazo, por que el crecimiento continúo de la actividad económica exige que la tasa de acumulación sea sostenida a cierto nivel, y que no sufra recesos que interrumpan el crecimiento. Para ello la tasa de acumulación de capital debe superar el incremento de la población con objeto de que puedan sostenerse incrementos de la productividad y del ingreso real que se traduzca en incrementos de los niveles de vida.
Bibliografía:
“Critica a la teoría económica Burguesa”
Edit. Nuestro Tiempo
· Modelo de Economía Cerrada y la Participación del Estado en la Economía
Trachtenberg
· Capitalismo Kaynessianismo y subdesarrollo
Ricardo Torres Gaytán
Pág. 19-84.
""Los autores del video anterior estan escritos al final del mismo, consideramos conveniente subirlo al blog por la informacion que contiene, respetando los derechos de autor"".
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